(Este es un artículo tomado de www.fanbus.cl). Holanda es el país de los tulipanes y de las bicicletas, así que no es de extrañar que, precisamente, desde este país nos lleguen llamativas propuestas para aplicar el mundo del pedaleo al transporte colectivo. En un país en el que gran parte de los empleados acuden diariamente a sus puestos de trabajo en bicicleta, alguien ha debido de pensar que no hay mejor manera de inculcar este hábito que introduciéndolo desde la infancia.
Y así ha nacido esta especie de ecobicibús, una bicicleta de doce plazas diseñada para que los niños acudan diariamente al colegio. No se trata de explotación o abuso de la infancia, ya que los pequeños pedalean en colaboración con el adulto que conduce este curioso automóvil. Además, el autobús incluye un banco sin pedales con capacidad para que hasta tres niños descansen las piernas en la ruta a la escuela o de vuelta a casa.
Motor de apoyoY así ha nacido esta especie de ecobicibús, una bicicleta de doce plazas diseñada para que los niños acudan diariamente al colegio. No se trata de explotación o abuso de la infancia, ya que los pequeños pedalean en colaboración con el adulto que conduce este curioso automóvil. Además, el autobús incluye un banco sin pedales con capacidad para que hasta tres niños descansen las piernas en la ruta a la escuela o de vuelta a casa.
El puesto del conductor está equipado con un volante para dirigir con seguridad la trayectoria del vehículo y con una bocina para emitir señales acústicas al resto de usuarios de la vía. En cuanto a las plazas de los pasajeros, los sillines de pedaleo están diseñados para niños de entre 4 y 12 años.
El bicibús puede alcanzar una velocidad máxima de hasta 16 km/h e incluye, además, un motor eléctrico que se puede activar para compensar los momentos de cansancio de los pequeños o para hacer frente a las pendientes más fatigosas.
Además de la estructura base, el bicibús escolar se puede equipar con accesorios opcionales, como un techo para proteger a los pequeños de la lluvia o del sol, así como un sistema de sonido para hacer el trayecto más llevadero.
Idea pegadiza
Actualmente, son ya 25 de estas bicicletas las que se usan para el transporte escolar en diferentes ciudades holandesas. Todas las que se han fabricado y vendido siguen usándose, aunque no todas ellas se fabrican en el llamativo tono amarillo propio de los autobuses escolares. También se pintan de verde, azul, morado, gris y prácticamente cualquier otro color está disponible en el catálogo del fabricante.
Otro factor importante para su popularización es su precio, ya que el bicibús puede adquirirse por poco más de 11.000 dólares, una inversión mucho menor de la que supondría adquirir un coche o un autobús para transportar a un número similar de niños.
Además, el gasto nulo en combustible y un mantenimiento mucha más barato son otras dos bazas de este autobús escolar ecológico.
Bar ciclista
El creador del bicibús escolar, Thomas Tolkamp, afirma que se inspiró para crear su autobús en los bares rodantes que circulan por algunas ciudades holandesas conocidos como beerbikes o cervecicletas. En estos bares improvisados un grupo de personas pedalean alrededor de una barra mientras comparten una cerveza y buena conversación. Es de suponer que al conductor no se le permitirá beber y que la ley holandesa no tendrá nada en contra de pedalear con unas cuantas copas de más.
Fotos de otros bicibus
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