Según la página web de Repsol:
La cocina es el principal foco de generación de residuos de la casa. Por eso, es tan importante saber cómo afrontar el tratamiento de la basura que producimos. Pero a veces, a la hora de reciclar nos surgen dudas: ¿un tetrabrik va con el cartón o con el plástico?, ¿una jarra de cristal se tira al contenedor verde? Te indicamos algunas pautas para que puedas resolver éstas y otras dudas.
El contenedor azul: papel, cartón… y algún que otro error
El primer paso para saber reciclar correctamente, es conocer qué debemos depositar en cada contenedor. Resulta sorprendente la frecuencia con la que se cometen errores por el desconocimiento de lo que debe albergar cada uno de ellos.
Como sabemos, el contenedor azul es el que recoge los desperdicios de papel y cartón, por lo que podemos reciclar cualquier tipo de caja o envase que sea de estos materiales. Es importante saber que no se pueden echar en este contenedor ciertos objetos, que aunque contengan estos materiales no pueden ser reciclados, como por ejemplo papeles sucios, pañales o tetrabriks. Estos últimos deben ir al contenedor amarillo, a pesar de que su composición es en mayor medida cartón, tal como veremos a continuación.
También hay que tener en cuenta a la hora de reciclar, que los envases deben ir bien compactados y sin residuos orgánicos dentro. No debemos dejarlos fuera del contenedor y sobretodo no tirarlos dentro de una bolsa de plástico.
El contenedor amarillo: plásticos y metal, ¡pero no todos!
¿Sabes de qué están hechos los briks? La mayor parte de su composición es cartón, de hecho alcanza hasta un 75%. El resto es plástico y aluminio, pero como estos materiales no son fáciles de tratar, los tenemos que depositar en el contenedor amarillo. En la medida de lo posible deben ir enjuagados y aplastados para que no tengan restos orgánicos y ocupen lo menos posible. Por ser el contenedor del plástico y el metal, pensamos que podemos tirar cualquier objeto que tenga estos materiales aquí. Sin embargo esto no es así, ya que hay ciertos objetos, como pueden ser guantes de goma, utensilios de cocina o cajas de fruta, que no deben depositarse en estos cubos debido a su composición.
El contenedor verde: Vidrio si, cristal no
La principal diferencia entre el vidrio y el cristal es la composición química, lo que implica que se traten con procedimientos diferentes. El vidrio suele ser el material empleado para fabricar envases como tarros de mermelada, botellas o frascos de especias. Sin embargo, hay otros elementos en la cocina que a veces pensamos que pueden reciclarse en mismo sitio cuando en realidad no es así: tubos fluorescentes, ventanas y vasos, por ejemplo, deben llevarse a un punto limpio.
También debemos evitar dejar puestos los tapones, y es que muchas veces no nos damos cuenta y los corchos de las botellas se van a la basura con el vidrio e incluso se quedan dentro de la botella junto con otros desperdicios.
¿Qué hacemos con lo demás?
El resto de residuos orgánicos y otros desperdicios que no se pueden depositar en ninguno de los contenedores mencionados, deben ir al genérico. Es esencial que nos informemos antes de tirar un objeto si dudamos de su destino, ya que, para su posterior tratamiento, es mejor depositarlo en este contenedor en lugar de tirarlo en otro en el que no se va a poder reciclar.
¿Sabías que…?
La primera planta para separar el plástico del metal en los envases de tetrabrick, se construyó en España y costó 8 millones de euros.
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